Publicado en "Acercar a la Gente" Nº 100 - 25/06/09
La Sociedad Italiana Mutual y Cultural fue
fundada el 18 de julio de 1909. La primera comisión
(Consejo de Administración Provisorio) estuvo integrado
por Pablo Chiesa, Santiago Raimondi, Domingo Salemme,
Juan Rosignoli, Domingo Viola, Bautista Goría, Pablo
Navello, Benito Zallio, Juan B. Bruno, Francisco Pensa y
Ernesto Giudici.
Los fines de esta institución, la primera y más antigua de nuestra localidad, se detallan en el acta fundacional. Ellos son la instrucción, la fraternidad, el socorro mutuo y la moralidad. La primordial motivación que impulsó a los fundadores fue poder contar con un lugar donde reunirse y a la vez sentirse protegidos por la fuerza que suponía esa unión, dado la condición de inmigrantes italianos de reciente ingreso al país. La Sociedad constituida les permitía mitigar las añoranzas de su lejana patria al reunirse con sus connacionales y, además, hallar en los servicios mutuales prestados desde el comienzo, asistencia médica, asesoramiento legal y laboral y otras facilidades que completaran su adaptación al medio existente en esa época, en un pueblo que llevaba a penas un año desde su fundación.
Estos servicios fueron realizados con gran eficacia, convirtiéndola en la primera y más sólida de las instituciones que durante varias décadas tuvo Santa Isabel.
La parte más importante de la sede de la Institución, ubicada en Gral. López 766, se terminó de construir en 1910. Era un salón totalmente despojado de comodidades en el que se realizaron los principales eventos sociales y artísticos de la época.
Pero el 18 de diciembre de 1918 la Entidad puso en marcha un proyecto de ampliación y refaccióndel edificio. Comenzaron así varios años de arduos trabajos en los que se construyó el frente de la edificación (hall, bar y secretaría) y se remodeló la puerta de entrada en la que lucían, tallados en la madera, los escudos de Argentina e Italia. En el primitivo salón se instalaron los palcos y cielorrasos, se construyeron el escenario y los baños.
Eran Presidente y Vice de la Comisión Directiva, Bautista Boccardi y Dante Pellegrini, y era secretario Carlos de Agostini, quien conservó el cargo por muchos años. Para solventar los gastos de este proyecto de reforma y ampliación del edificio social se emitieron acciones en calidad de préstamo a dos años y sin intereses.
En junio de 1.929 se aprobó el presupuesto para la construcción de la casilla para instalar la máquina de proyección de películas; se instaló la luz eléctrica; se compró el tanque de diez mil litros para el suministro de agua que contaba con instalación de seguridad contra incendio; se realizó el arbolado del predio adyacente (esquina de Gral. López y 9 de Julio); se brindó asistencia médica a los socios y se compró un terreno iniciándose la construcción de una casa que debería rifarse en beneficio de la Sociedad Italiana.
Hay que destacar la importancia institucional de estas entidades en el país como nexo entre la colectividad asentada en diferentes pueblos e Italia, tan es así, que estaban organizadas en una Federación General de Sociedades Italianas en la República Argentina. Los delegados de la Sociedad Italiana de Santa Isabel ante la misma eran los señores Alessandro Squassini y Giuseppe Barbieri. Por aquellos años los representantes de la Institución concurrían a los actos portando la bandera italiana, demostrando el orgullo y el sentido de pertenencia a Italia y respetando sus símbolos, a tal punto que en una reunión se decide "no sacar de la sede social la bandera italiana por haber sido humillada en un acto cívico al colocarla a la derecha de la bandera española.
El 20 de setiembre de 1929, cuando ya estuvieron terminadas las labores de refacción y ampliación, se inauguró el Cine Teatro Social cuya majestuosidad constituyó todo un acontecimiento para la época. Más tarde, en el mismo año, se realizó el llamado a licitación para alquilar el bufete, que se declaró desierta por falta de oferta.
Comienzan por esos años también problemas económicos para la Sociedad Italiana que se extienden hasta principios de 1940 ocasionados por los préstamos tomados para la construcción de la sala de cine y teatro, la rifa de la casa que finamente no se sorteó debido a la poca venta de la misma y con la dificultad de cobrar el alquiler a quienes habitaban esta vivienda.
Sin embargo los servicios mutuales con asistencia médica se ampliaron y sólo comenzaron a decaer pasada la mitad del siglo XX desapareciendo por completo en la década de 1970. Mientras tanto las veladas, bailes populares, obras de teatro, actos y funciones de cine mantienen a la sede en constante uso. A la sala se le agregó un patio con piso de lajas y escenario que, en los años de las décadas de 1940 y 1950, sirvieron también para la realización grandes bailes populares al aire libre que recibieron a las figuras más importantes de cada tiempo.
Las funciones de cine, que generalmente se concesionaron a particulares, fueron otro de los grandes aglutinantes de los isabelenses. Estas se sucedieron prácticamente cada fin de semana desde su inauguración, en 1929, hasta septiembre de 1985, interrumpiéndose en algunos períodos por cambios de dueños y/o refacciones.
En la década de 1940 estuvieron como empresarios cinematográficos Jano y Beto Martínez y, luego, una persona oriunda de Rosario del mismo apellido. El cine, que para 1952 ya se llamaba Ideal, fue explotado por el matrimonio de Luis Parodi y Roma Astolfi desde febrero de ese año hasta octubre de 1977.
Para ese entonces la edificación presentaba problemas por el paso del tiempo que fueron reparados por Nereo Ansaloni quien concretó importantes refacciones que llevaron a la colocación de una nueva puerta de entrada, la construcción de nuevos baños y bar, y la instalación de nuevas butacas y proyectores, entre otras obras de importancia. El cine estuvo a su cargo desde julio de 1978 hasta finales de 1982.
En junio de 1983 comienzan las proyecciones de Promociones Culturales S.R.L., una empresa formada por vecinos de la localidad con la finalidad de mantener en funcionamiento el cine. Las mismas se extienden hasta septiembre de 1985.
Tras el cierre del cine el edificio comienza un período de decadencia que se agrava enormemente para mediados de la década de 1990. Tras varias gestiones, importantes inversiones y gran trabajo, una nueva comisión tomó las riendas de la Institución y logró reinagurar la sala que fue reparada, siendo el cambio del techo de chapas de la misma y del escenario una de las mayores inversiones. La obra se realizó con el préstamo desinteresado de varios socios los que fueron recuperando el dinero en cuotas. Para el año 2001 ya se habían pagado las deudas.
En 1997, mediante un subsidio provincial la Sociedad Italiana pudo comprar equipos para proyectar películas. Esto se realizó hasta los primeros años del nuevo siglo, en forma discontinua hasta que, por la falta de público, cesaron las funciones. Mientras tanto la sala cobijó actos culturales y también reuniones sociales.
En 2007, en el marco de los 100 años de Santa Isabel, la Sociedad Italiana realizó un contrato de comodato con la Comuna de Santa Isabel por 50 años con opción a otros cincuenta. A cambio de ello se deberán realizar obras de refacción y ampliación en los primeros 20 años para la concreción de un Complejo Cultural en el que se desarrollen las diversas actividades artísticas y culturales de Santa Isabel.
* *
Los fines de esta institución, la primera y más antigua de nuestra localidad, se detallan en el acta fundacional. Ellos son la instrucción, la fraternidad, el socorro mutuo y la moralidad. La primordial motivación que impulsó a los fundadores fue poder contar con un lugar donde reunirse y a la vez sentirse protegidos por la fuerza que suponía esa unión, dado la condición de inmigrantes italianos de reciente ingreso al país. La Sociedad constituida les permitía mitigar las añoranzas de su lejana patria al reunirse con sus connacionales y, además, hallar en los servicios mutuales prestados desde el comienzo, asistencia médica, asesoramiento legal y laboral y otras facilidades que completaran su adaptación al medio existente en esa época, en un pueblo que llevaba a penas un año desde su fundación.
Estos servicios fueron realizados con gran eficacia, convirtiéndola en la primera y más sólida de las instituciones que durante varias décadas tuvo Santa Isabel.
La parte más importante de la sede de la Institución, ubicada en Gral. López 766, se terminó de construir en 1910. Era un salón totalmente despojado de comodidades en el que se realizaron los principales eventos sociales y artísticos de la época.
Pero el 18 de diciembre de 1918 la Entidad puso en marcha un proyecto de ampliación y refaccióndel edificio. Comenzaron así varios años de arduos trabajos en los que se construyó el frente de la edificación (hall, bar y secretaría) y se remodeló la puerta de entrada en la que lucían, tallados en la madera, los escudos de Argentina e Italia. En el primitivo salón se instalaron los palcos y cielorrasos, se construyeron el escenario y los baños.
Eran Presidente y Vice de la Comisión Directiva, Bautista Boccardi y Dante Pellegrini, y era secretario Carlos de Agostini, quien conservó el cargo por muchos años. Para solventar los gastos de este proyecto de reforma y ampliación del edificio social se emitieron acciones en calidad de préstamo a dos años y sin intereses.
En junio de 1.929 se aprobó el presupuesto para la construcción de la casilla para instalar la máquina de proyección de películas; se instaló la luz eléctrica; se compró el tanque de diez mil litros para el suministro de agua que contaba con instalación de seguridad contra incendio; se realizó el arbolado del predio adyacente (esquina de Gral. López y 9 de Julio); se brindó asistencia médica a los socios y se compró un terreno iniciándose la construcción de una casa que debería rifarse en beneficio de la Sociedad Italiana.
Hay que destacar la importancia institucional de estas entidades en el país como nexo entre la colectividad asentada en diferentes pueblos e Italia, tan es así, que estaban organizadas en una Federación General de Sociedades Italianas en la República Argentina. Los delegados de la Sociedad Italiana de Santa Isabel ante la misma eran los señores Alessandro Squassini y Giuseppe Barbieri. Por aquellos años los representantes de la Institución concurrían a los actos portando la bandera italiana, demostrando el orgullo y el sentido de pertenencia a Italia y respetando sus símbolos, a tal punto que en una reunión se decide "no sacar de la sede social la bandera italiana por haber sido humillada en un acto cívico al colocarla a la derecha de la bandera española.
El 20 de setiembre de 1929, cuando ya estuvieron terminadas las labores de refacción y ampliación, se inauguró el Cine Teatro Social cuya majestuosidad constituyó todo un acontecimiento para la época. Más tarde, en el mismo año, se realizó el llamado a licitación para alquilar el bufete, que se declaró desierta por falta de oferta.
Comienzan por esos años también problemas económicos para la Sociedad Italiana que se extienden hasta principios de 1940 ocasionados por los préstamos tomados para la construcción de la sala de cine y teatro, la rifa de la casa que finamente no se sorteó debido a la poca venta de la misma y con la dificultad de cobrar el alquiler a quienes habitaban esta vivienda.
Sin embargo los servicios mutuales con asistencia médica se ampliaron y sólo comenzaron a decaer pasada la mitad del siglo XX desapareciendo por completo en la década de 1970. Mientras tanto las veladas, bailes populares, obras de teatro, actos y funciones de cine mantienen a la sede en constante uso. A la sala se le agregó un patio con piso de lajas y escenario que, en los años de las décadas de 1940 y 1950, sirvieron también para la realización grandes bailes populares al aire libre que recibieron a las figuras más importantes de cada tiempo.
Las funciones de cine, que generalmente se concesionaron a particulares, fueron otro de los grandes aglutinantes de los isabelenses. Estas se sucedieron prácticamente cada fin de semana desde su inauguración, en 1929, hasta septiembre de 1985, interrumpiéndose en algunos períodos por cambios de dueños y/o refacciones.
En la década de 1940 estuvieron como empresarios cinematográficos Jano y Beto Martínez y, luego, una persona oriunda de Rosario del mismo apellido. El cine, que para 1952 ya se llamaba Ideal, fue explotado por el matrimonio de Luis Parodi y Roma Astolfi desde febrero de ese año hasta octubre de 1977.
Para ese entonces la edificación presentaba problemas por el paso del tiempo que fueron reparados por Nereo Ansaloni quien concretó importantes refacciones que llevaron a la colocación de una nueva puerta de entrada, la construcción de nuevos baños y bar, y la instalación de nuevas butacas y proyectores, entre otras obras de importancia. El cine estuvo a su cargo desde julio de 1978 hasta finales de 1982.
En junio de 1983 comienzan las proyecciones de Promociones Culturales S.R.L., una empresa formada por vecinos de la localidad con la finalidad de mantener en funcionamiento el cine. Las mismas se extienden hasta septiembre de 1985.
Tras el cierre del cine el edificio comienza un período de decadencia que se agrava enormemente para mediados de la década de 1990. Tras varias gestiones, importantes inversiones y gran trabajo, una nueva comisión tomó las riendas de la Institución y logró reinagurar la sala que fue reparada, siendo el cambio del techo de chapas de la misma y del escenario una de las mayores inversiones. La obra se realizó con el préstamo desinteresado de varios socios los que fueron recuperando el dinero en cuotas. Para el año 2001 ya se habían pagado las deudas.
En 1997, mediante un subsidio provincial la Sociedad Italiana pudo comprar equipos para proyectar películas. Esto se realizó hasta los primeros años del nuevo siglo, en forma discontinua hasta que, por la falta de público, cesaron las funciones. Mientras tanto la sala cobijó actos culturales y también reuniones sociales.
En 2007, en el marco de los 100 años de Santa Isabel, la Sociedad Italiana realizó un contrato de comodato con la Comuna de Santa Isabel por 50 años con opción a otros cincuenta. A cambio de ello se deberán realizar obras de refacción y ampliación en los primeros 20 años para la concreción de un Complejo Cultural en el que se desarrollen las diversas actividades artísticas y culturales de Santa Isabel.
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