domingo, 3 de marzo de 2013

Rutas argentinas hasta el fin.

Publicado en "Acercar a la Gente" Nº 77 del 26/05/2007

Un breve recorrido con Emilio y Edmundo por la historia de los Pellegrini de Santa Isabel. También por la de la empresa de cargas más antigua de la localidad.  

 La idea inicial era realizar una nota sobre la empresa de transporte de cargas que, con el nombre modificado y otros dueños, continúa siendo la más antigua de nuestra localidad, Expreso Dante, conocida desde hace un año como Nuevo Expreso Dante. Por supuesto que hablaremos del transporte, pero es imposible hacerlo sin tocar previamente la historia familiar de los entrevistados. Los hermanos Emilio y Edmundo Pellegrini son parte de esta prolífica familia de italianos que llegó casi con el nacimiento de Santa Isabel y que se desarrolló a lo largo de toda su historia multiplicándose en incontables miembros que no solo viven aquí, sino que además se diseminaron por distintos puntos del país. Esta es otra historia, como la de tantos inmigrantes (algunas de ellas ya han sido detalladas en estas páginas) que relata la epopeya de aquellos europeos que vinieron a "hacer la América".

 En una incierta fecha, apenas pasada la línea que divide el siglo XIX del XX, Pedro Pellegrini y su mujer Magdalena Gonzi partieron junto a sus hijos de Sinalunga, en la región de Toscana en Italia, para trabajar en los cafetales de Botucatú, en el estado de Sao Paulo, Brasil, donde vivieron en una fazenda. Pero un día decidieron un nuevo viaje, esta vez a la Argentina.

 ¿Cómo y cuando llegaron hasta aquí los primeros Pellegrini?
Emilio: Tiene que haber sido a principios de 1910. Llegaron mis abuelos y sus hijos, tres nacidos en Italia, mi papá Dante, Antonio y Ernesto, y también dos brasileros, Adamo y Tía Nuncia (Anunciatta). Pero hubo otros hijos, Rosita, que murió en Brasil, y dos argentinos Pepe y Ángel.
Edmundo: Cuando vinieron a la Argentina llegaron a Elortondo y pararon en la casa de la familia De Pablo. Ahí le dieron alojamiento porque ya se conocían de Italia y Brasil.
Emilio: El primero en venir a la Argentina fue De Pablo. Mi nona decía que habían vivido en una favela y yo no sabía que una favela era una villa miseria. Cuando De Pablo vino acá le mandó una carta a Pietro, Pedro, mi abuelo, diciéndoles que se vengan. Y se vinieron para acá y vieron esto... Lo que era esto!!!... Y ahí, trabajadores como eran, se fueron para arriba como tiro!!
Pedro compró una quinta en Santa Isabel. Con papá hemos hablado mucho de mi abuelo, me contó que los colonos caían a la quinta y como era italiano le hablaban en italiano. El les decía: "Yo no hablo más italiano, mi tierra es esta, todos nosotros, cuando nos levantamos a la mañana deberíamos besar esta tierra".
  Pero no solo se dedicaron a la quinta...
Edmundo: Los hijos de Pedro primero fueron albañiles. Ernesto trabajó junto a Francisco Pensa pero luego se independizó y siguió con los hermanos. Hicieron la iglesia, la Sociedad Italiana, parte de la casa de Salemme, el almacén Las Encadenadas y también, entre otras cosas, el salón de Santa Fe y 25 de Mayo, donde siempre funcionó lo que nosotros llamamos "El Escritorio", la empresa familiar. Los seis hermanos empezaron como albañiles y después se pusieron de cerealistas en la época en que había mucha colonia.
Emilio: Papá empezó de cerealista junto a sus hermanos, alrededor de 1926, no se exactamente. La firma era Pellegrini Hermanos y Ferro.
  ¿Cómo era el funcionamiento de la empresa cerealista?
Emilio: Se usaban para el almacenaje de las bolsas de cereales los galpones que los hermanos Pellegrini hicieron hacer en la estación Rastreador Fournier, que en ese tiempo era Otto Bemberg. Acá, en El Escritorio, hasta el '48, siempre se trabajó con los cereales. Ahí estaba el tema administrativo, donde llegaban las bolsas vacías, traíamos camionadas de hilo para coser las bolsas, se vendían repuestos, tractores, camiones, camionetas...
Edmundo: En ese tiempo todavía no existía la vía y en todo el terreno del corralón, que era desde la calle Santa Fe a la Brasil, entraban los carros con los caballos cargados de bolsas con cereal. El cereal iba siempre a las estaciones de ferrocarril, pero los carros y los camiones pasaban por ahí para hacer la papelería o a dejarlos.
Emilio: Al principio trabajaban con los carros, el primer camión que entró a casa fue un Ford T modelo '27.
  ¿Había además otros cerealistas? 
Emilio: En Santa Isabel llegó a haber hasta nueve cerealistas. Algunos de ellos: Salemme, Pellegrini, la Northen Elevathor, Ferro, que antes era socio de Pellegrini, Seret, Vázquez, más los que venían de afuera. Pero después vino la gran crisis mundial del '29 y la firma entró en convocatoria de acreedores junto con otras grandes empresas de la zona.
  ¿Hasta cuando duró la sociedad de los hermanos Pellegrini?
Edmundo: Hasta 1948 en que se hizo la sociedad Dante Pellegrini e Hijos. Hasta ahí los dueños fueron los seis hermanos: Antonio, Dante, Adamo, Pepe (José), Ernesto y Ángel. Cada cual se quedó con una cosa distinta, Adamo y Pepe se dedicaron al negocio de los chanchos, Antonio, Ernesto y Ángel al campo. Papá se quedó con lo más grande pero también con toda las deudas de la convocatoria.
 Emilio: Se pagó todo, y aunque se había arreglado pagar el 25% de las deudas papá pagó el 100%, no quedó nadie colgado... Y por ese 75 % de diferencia tuvo que pagar impuestos, porque eso quedó como una ganancia. Me llevó a Rosario, a rentas, y decía: "¡Como puede ser que tenga que pagar por las deudas que pagué!?" Le contestaron "Usted pagó ese 75% porque ganó, ¿verdad? bueno, eso es ganancia y tiene que pagar impuestos". Me dijo: "Yo tendría que haberme quedado con ese 75% y así no pagaba impuestos. Hay que robar para no pagar" . Pegó un portazo y se fue...
  ¿Ustedes, los hijos de Dante, trabajaron en esta firma cerealista?
Edmundo: Si. Teníamos una máquina, "La Voladora" que le decíamos, para cargar vagones a granel. Trabajábamos en 6 o 7 estaciones como 4 de Febrero, Runciman, Otto Bemberg, El Jardín, Villa Cañás, Teodelina o Venado Tuerto. Nosotros agarrábamos varias estaciones con esta máquina, porque los otros cerealistas cargaban en bolsas o en los elevadores con una cargadora. Teníamos una estable en Runciman y otra en Otto Bemberg, en las demás estaciones cargábamos con esa máquina, donde los otros no podían llegar.
Emilio: Habían hecho esta máquina con una cinta con paletas y una balanza. De los camiones, el cereal, iba a la balanza y de ahí a los vagones. Era una máquina que habían fabricado papá, que dio la idea, y Juan Curt. Estaba montada sobre el chasis de un camión Chevrolet '28. Andaban mis hermanos Edmundo, Nino y Pedro... La máquina era para cargar lo que comprábamos.
  ¿Cuando comenzaron con los camiones?
Emilio: Nosotros empezamos a tener camiones en 1948. Por una ley del gobierno de Perón, los cerealistas tuvimos que dejar la actividad, porque en ese tiempo se fundaron muchas cooperativas, que no pagaban impuestos y nosotros no podíamos competir. Es así que la sociedad Dante Pellegrini e Hijos se formó el 31 de octubre de 1948 y luego, al faltar papá, continuó como Hijos de Dante Pellegrini.
Edmundo: Empezamos llevando cereal, ya era a granel, al puerto de Rosario con un camión Ford A y un International, después compramos y cambiamos otros camiones. Hacíamos fletes para terceros, y así hemos ido a todos lados.
Emilio: Cuando empezamos tuvimos que llevar unos galpones a Chaco, y desde ahí llevábamos algodón a Bs. As. Viajábamos también a Tucumán, luego vino Zapala, San Martín de los Andes, Esquel, Comodoro Rivadavia... Nosotros eramos los camioneros y así recorrimos casi todo el país. La empresa era de los cuatro hermanos, Nino, Pedro, Emilio y Edmundo.
Edmundo:Por este trabajo nos habíamos ido a vivir a Bs. As, Emilio vivía en Ituizangó y yo en San Miguel. También viajábamos a Mendoza a buscar vino que distribuíamos acá, de Carlovich o de Penecino, y llevábamos a otros pueblos también. Eran por encargo de los comerciante y venían en barriles de madera de 200 litros.
Emilio: Pero después empezamos con Transporte Dante. Dejamos todo lo demás, porque había tanto, tanto trabajo, que no teníamos tiempo de hacer otra cosa.
  ¿Cómo comenzó Transporte Dante?
Emilio: Carlitos Bulfoni, trajo el dato de que los Burzacca vendían la línea a Buenos Aires. Bulfoni entró en la sociedad y compramos la llave de negocio. Eso fue el 6 de enero de 1961.Poco tiempo después dejó la sociedad y se fue a vivir a Mendoza.
Edmundo: Le compramos a Bulfoni el camión, un Morris, y a tío Pepe y tío Adamo un International, que era para reparto. Le decíamos "El Águila", porque tenía un águila de metal en la tapa del radiador.
Emilio: Una vez venía de hacer un reparto en Hughes con El Águila y un camión no me podía pasar por el tránsito. Cuando lo hizo el acompañante me tiró una caja de fósforos! ¡Qué bronca me tuve que tragar!!
Después le compramos a Caffa de Villa Cañás la línea a Rosario, Edmundo se dedicaba a Rosario y yo a Buenos Aires.
Edmundo: Llegamos a tener 14 empleados entre camioneros y para el reparto.
  ¿Donde repartían la mercadería?
Edmundo: Empezamos trabajando mucho con el frigorífico de Hughes, pero después repartíamos en Teodelina, María Teresa, Villa Cañás y Santa Isabel. Teníamos un depósito en Buenos Aires donde llevaban la carga y nosotros la repartíamos.
Emilio: Eran dos viajes a la semana, pero a veces hacíamos un viaje extra, y si no había mucha carga, igual lo hacíamos. Pero en esa época no había viajes vacíos, al contrario, no alcanzaban los camiones. Los llenábamos con mercadería que sobresalía hacia arriba. Venía de todo, ropa, muebles, repuestos... de todo. Muchísima mercadería de tienda, porque en Cañás había una fábrica de ropas, también los fardos de telas para Ducay, cargas para Dall'ochio... A Reali de Villa Cañás también le traíamos mucho.
También trabajamos mucho con la Uperlact, que acá fabricaba productos lácteos. Los lle-vábamos a Baires, una fábrica de helados, a Felipe Fort (Fel-Fort), a Bagley y Terrabussi.
Edmundo: Y cuando esa fábrica cerró transportábamos quesos de una de Venado. También traíamos para Alpargatas, Jabón Federal, Lever, a eso lo ibamos buscar a las fábricas. El trabajo fuerte fue el reparto en los supermercados de A.C.A. Repartíamos en Villa Cañás, Teodelina, Venado Tuerto, Carmen y Santa Isabel. Eran los supermercados Cooperación.
Pero también había otras empresas de tranporte...
Emilio: Si, Conte o Vidal, de VenadoTuerto venían acá, pero cuando empezamos tuvieron que abandonar, porque eramos nosotros los que andábamos en los camiones y en el reparto, cargando y descargando, cosas que las empresas grandes no podían hacer y por lo tanto no podían competir.
El trabajo fuerte duró hasta finales de los '70, hasta que empezó a cambiar la economía. Además antes no se podía ir a Buenos Aires con cualquier auto, ahora la misma persona va con una camioneta, compra lo que quiere y se lo trae.
Edmundo: Las cargas empezaron a mermar, hoy hay mucho movimiento con los tours de compras. Y nosotros nos dejamos estar un poco. En fin, hemos vendido la línea y los camiones, pero la empresa sigue operando desde el mismo lugar y tiene como nombre Nuevo Expreso Dante. La empresa sigue igual, en El Escritorio, en Santa Fe 917 y es la continuación de aquella que nació en 1926.-

De lo que Emilio y Edmundo nos cuentan podemos deducir, como lo hemos hecho en otros notas con familiares de inmigrantes europeos, que la mayoría de los que vinieron en busca de prosperidad, aquí la encontraron. 

A pesar de que la realidad hoy nos marca otra cosa, muy distinta a la de otros tiempos de progreso seguro, los cuantiosos descendientes de aquellos Pellegrini llegados de Italia a través del Brasil permanecen todos en la Argentina. Tal vez haciendo honor, sin saberlo, a las palabras del viejo Pedro: "Deberíamos besar esta tierra cada vez que nos levantamos por la mañana".- 






 El patio de la firma Pellegrini Hermanos en tiempo de cosecha durante la década de 1930.

 






 
 


"El Águila", un icono de los Pellegrini que aún permanece en el patio esperando hacer el reparto.









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