Publicado en "Acercar a la Gente" Nº 87 - 16/04/08
Más adelante, el 18 de noviembre de 1964, se iniciaron en Rosario las transmisiones de Canal 5 y luego, el 20 de junio de 1965, las de Canal 3. Es entonces cuando los isabelenses comenzaron a interesarse más por la televisión ya que estas señales podían captarse con mayor facilidad. De todos modos era necesario instalar sobre el techo de cada hogar una torre de unos 15 m. de altura para colocar la antena; y aún así, en algunos días, las imágenes se desvanecían o, por el contrario, según las condiciones atmosféricas, solían tener interferencias de otras emisoras más lejanas. Eran poco frecuentes las veces en que se podía ver televisión en forma óptima.
De esta manera el cielo isabelense se fue poblando de infinidad de torres metálicas en las que, además de las antenas dirigidas a Rosario, se solían colocar otras, dobles, hacia Buenos Aires para captar, cuando se podía, no solo Canal 7, sino también el 9, el 11 y el 13 que ya estaban en el aire. Muchas de estas torres todavía continúan montadas.
En 1978, ante la llegada del campeonato mundial de fútbol se inauguraron las repetidoras de los canales rosarinos en Venado Tuerto y Rufino. A cambio, en toda la región, los propietarios de televisores debieron pagar un dinero en varias cuotas. Pero esa es otra historia.
Mario Miculán junto a su nuevo televisor.
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