domingo, 29 de diciembre de 2013

Una maravilla de la tecnología.

Publicado en "Acercar a la Gente" Nº 87 - 16/04/08

  La televisión argentina nació el 17 de octubre de 1951 con la transmisión de un acto de Eva Perón, realizada para unos pocos cientos de aparatos por el flamante Canal 7 que tenía su antena instalada en el edificio del Ministerios de Obras Públicas, en la avenida 9 de julio, de la ciudad de Buenos Aires. Con el correr del tiempo la gente empezó a interesarse por la posibilidad de compra de un aparato de TV. En Santa Isabel este interés se vio menguado por la dificultad para captar la señal debido a la distancia que nos separan de Buenos Aires. Sin embargo, a finales de la década de 1950, se encendió el primer televisor, blanco y negro, en la Heladería y Bar de Mario Miculán (foto, con su dueño Mario Miculán), que estaba en el local de la desaparecida Sociedad Española, en calle Belgrano, entre la Iglesia Santa Isabel de Portugal y el también desaparecido Prado Español. Testigos de aquel tiempo relatan que eran muy pocas las veces en que se podían distinguir las imágenes.

 Más adelante, el 18 de noviembre de 1964, se iniciaron en Rosario las transmisiones de Canal 5 y luego, el 20 de junio de 1965, las de Canal 3. Es entonces cuando los isabelenses comenzaron a interesarse más por la televisión ya que estas señales podían captarse con mayor facilidad. De todos modos era necesario instalar sobre el techo de cada hogar una torre de unos 15 m. de altura para colocar la antena; y aún así, en algunos días, las imágenes se desvanecían o, por el contrario, según las condiciones atmosféricas, solían tener interferencias de otras emisoras más lejanas. Eran poco frecuentes las veces en que se podía ver televisión en forma óptima.

 De esta manera el cielo isabelense se fue poblando de infinidad de torres metálicas en las que, además de las antenas dirigidas a Rosario, se solían colocar otras, dobles, hacia Buenos Aires para captar, cuando se podía, no solo Canal 7, sino también el 9, el 11 y el 13 que ya estaban en el aire. Muchas de estas torres todavía continúan montadas.

 En 1978, ante la llegada del campeonato mundial de fútbol se inauguraron las repetidoras de los canales rosarinos en Venado Tuerto y Rufino. A cambio, en toda la región, los propietarios de televisores debieron pagar un dinero en varias cuotas. Pero esa es otra historia.



Mario Miculán junto a su nuevo televisor.
























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