jueves, 26 de diciembre de 2013

La pileta de Belgrano.

Publicado en "Acercar a la Gente" Nº 55 - 16/12/04

 En el verano de 1968/69, mientras se encontraban en el natatorio de la localidad de Teodelina, a un grupo de familias simpatizantes del Círculo Social y Deportivo General Belgrano les nació la idea de la construcción de una pileta para su Club y nuestro pueblo. 

 Luego de ser presentadas a las autoridades de la Institución, la iniciativa comenzó a crecer en entusiasmo hasta formarse una Sub-Comisión de Pileta cuyos precursores fueron Ángel "Lili" Benso y Osvaldo "Nene" Farrando con la participación de Luis Perdomo, junto a un gran número de adherentes.

  Con la finalidad de recaudar los fondos necesarios se pusieron en venta distintos ciclos de temporadas por adelantado mientras que se gestionó un subsidio provincial solo para natatorios olímpicos que ofreció el entonces senador Sr. Rafael Pasquinelli. Esta última posibilidad aumentó las ambiciones del proyecto, por eso se realizaron rápidos contactos con la empresa constructora Catalini y Gómez de Villa Cañás, que en aquella época se encontraba pavimentando algunas calles de nuestro pueblo.

 Esta empresa finalmente llevó a cabo la obra que quedó habilitada a principios de 1970, en enero, siendo hasta el momento una de las más importantes de la zona con 50m. de largo por 20 m. de ancho, con una profundidad de hasta 2,50 m., y con una capacidad de alrededor de 1.500.000 lts. La inauguración oficial de la pileta olímpica se llevó a cabo el 14 de febrero de 1971.


Con lo recaudado de las ventas de las temporadas se edificaron los baños vestuarios (actualmente parte la casa de la familia de los cuidadores de Polideportivo) y la pileta. Con ramas de eucaliptus y cañas se levantó un quincho que se usaba como bufet, siendo su primer conserje Juan Bilós. Asociados y simpatizantes de todas las edades y ambos sexos colaboraron en distintas labores destinadas a limpiar, ordenar y mejorar la reciente obra.

Cuando se recibió el subsidio provincial se levantaron nuevos y más amplios vestuarios y el bar, y además se realizaron mejoras en la sede del Club.

Como datos anecdóticos se recuerda el día de la habilitación, de baja temperatura para el mes de enero, en el que las primeras personas en ingresar al agua fueron los Sres. Juan Lombardi y Francisco -Franco- Pellegrini. Por otra parte se recuerda al profesor Miguel Ángel Servio quien fue el primer bañero de la pileta y, en la temporada siguiente, lo sucedió el profesor Luis Silvestre, ambos de la ciudad de Venado Tuerto.

Otra particularidad de los primeros años fueron las carnets de asociados a la temporada de pileta en los que constaban los datos de la persona y el correspondiente certificado médico. Al llegar, éste debía entregado en la consergería donde se verificaban los datos, si estaba al día con los pagos, autorizaciones, etc. y se le entregaba a la persona una chapita con un número y un cordel que se colocaba en el traje de baño y permitía el pase a las instalaciones de la pileta.

 Con el correr del tiempo distintas comisiones fueron mejorando el lugar con canchas de distintos deportes -boley, tenis y paddle, entre otras-, mejores instalaciones, parrilleros, iluminación, mayor arboleda y parquización.

El buen cuidado de las instalaciones por parte de las sucesivas sub comisiones de pileta y de autoridades del club han hecho perdurar a la misma a través de las décadas estando aún hoy en perfecto estado de funcionamiento y prestando sus servicios a todos los isabelenses que deseen disfrutar de buenos momentos veraniegos.

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