domingo, 29 de diciembre de 2013

El mástil de la plaza.

Publicado en "Acercar a la Gente" Nº 78 - 31/05/07

Uno de los iconos de orgullo isabelense es, sin dudas, el mástil de más 30 mts. de altura que se yergue desde el centro de la plaza 9 de Julio (que alguna vez se llamó 6 de Septiembre, en conmemoración al golpe de estado que ese día de 1930 destituyó a Yrigoyen). Sin embargo no se tienen fechas exactas que den cuenta de su construcción.

   Se sabe que durante el gobierno de Ernesto Di Battista, entre 1938 y 1943, se remodeló la plaza y se levantó el mástil para el que, en 1939 la Comuna ya estaba realizando estudios para su emplazamiento.

 Se cuenta que llegó por ferrocarril, embalado por piezas, a la estación Otto Bemberg (luego Rastreador Fournier). Que luego fue armado en el suelo y plantado cuando ya era un solo trozo de metal mediante un mecanismo tirado por un tractor. Que en un primer intento por pararlo se cortó el cable que movía el mecanismo y que cayó al suelo. También que, una vez colocado en el pozo que se había preparado, se le hizo una base de cemento de unos 3 mts. de diámetro.

 Otra información -que corrobora esta fotografía- es que en un primer momento la parte externa de la base era mucho más alta que la actual y con otra arquitectura, mucho más compleja y monumental (por esos años la Comuna realizó aportes para la construcción del Monumento a la Bandera de Rosario que comenzó en 1943 y que, casualmente, tiene un mástil casi igual al nuestro ¿habrá alguna conexión con esa obra?).

 La mujer y el bebé de la foto pertenecen a la familia Di Bacco. El esposo, Juan Carlos Di Bacco era farmacéutico y la fotografía es de 1941.
 Se dice que esta base, cambiada por la actual, más simple y chata, era incómoda para izar y arriar la bandera, por lo que se decidió, en fecha desconocida, reformarla.

 La publicación de esta foto, "figurita difícil", tiene como finalidad mostrar el proyecto original de la obra que, como vemos, nunca se plasmó totalmente.  



Nº 79 - 29/06/07
MAS SOBRE EL MÁSTIL



 A partir de la nota aparecida en la sección "Historias y Curiosidades de Santa Isabel", en nuestro número pasado, varias fueron las personas que nos acercaron datos, algunos de ellos rectificando y ampliando lo comentado sobre la construcción del mástil de plaza 9 de Julio.

 Adolfo Amadío (Tito), que participó de esta obra nos dijo que la misma se comenzó en 1939 y se terminó en 1940. El mástil fue armado en el suelo y luego colocado por una empresa rosarina cuyos obreros eran de origen alemán, quienes utilizaban este idioma para comunicarse durante los trabajos.

 Según Amadío, primeramente se hizo una base de cemento de 3mts. de diámetro por 2mts. de profundidad desde el nivel del suelo y en el centro, 1m. cúbico más hacia abajo. Además armaron una torre, más alta, y con una pluma lo pararon. 

Luego le colocaron una rienda hacia cada esquina de la plaza para ponerlo a plomo. "Ellos lo dejaron ahí y después fuimos nosotros y le hicimos todo el trabajo de arriba", nos dijo. "Eso tiene una base plana de hierro con cuatro bulones metidos en el cemento, cuando lo dejaron presentado seguimos amurándolo".

 El trabajo original de la parte superior fue realizado por los constructores Calcaprina y Dazi. Pero a pesar de su belleza no se terminó y fue desarmado poco tiempo después porque era incómodo para izar la bandera.

 "Terminamos con la plaza en septiembre de 1940, las veredas y todo", agregó Tito. "Las escalinatas del mástil son las originales, lo que se remodeló es la parte de arriba; los canteros de alrededor estaban diseñados para tener agua, pescaditos de colores y una iluminación especial, una especie de fuente, pero temieron por los chicos". "Mientras los electricistas trabajaban con los cables subterráneos estaban los albañiles, fue una gran obra para a época; fue un trabajo lindo, tenia una estética integral, estaba todo diseñado previamente.

 Por su parte, Hugo Larripa nos comentó que al haberle sacado la parte superior de la base, ésta había quedado muy reducida por lo que el mástil oscilaba mucho y se temía que hubiese filtraciones de agua y se cortara. "Mi cuñado, Sixto Boschetti se hizo cargo de la obra de ampliación de la base dándole garantías a la comuna de que no iba a haber más problemas", dijo Larripa.

 El trabajo, que se realizó alrededor de 1945, es el que aún permanece en la actualidad.

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